El pasado domingo 4 de febrero, un grupo de hombres armados atacaron a balazos un camión que transportaba a 29 jornaleros agrícolas en Caborca, Sonora, dejando como resultado 7 heridos y 4 fallecidos: tres menores de 15 años y una mujer de 30.
De acuerdo con los sobrevivientes, los jornaleros trabajaban en el rancho San Francisco, después de la jornada abordaron una camioneta tipo van para llevarlos a Caborca donde vivían, pero durante el trayecto fueron atacados por un grupo civil armado. Al percatarse, el conductor detuvo la marcha del transporte y gritaron a los agresores que eran trabajadores del campo, lo que provocó que el ataque cesara.
La fiscalía por su parte, declaro ese mismo día que lo sucesos ocurrieron en la brecha que conecta a los ejidos Salomón Quihuis con el Ejido Yaqui Justiciero; esta zona de Caborca, tiene el índice delictivo más alto de ese estado, debido al tráfico de droga y su cercanía con la frontera de México con Estados Unidos. Hasta cuatro días después de los hechos el presidente Andrés Manuel López Obrador, confirmo durante la mañanera de este jueves que el ataque armado contra los jornaleros fue por “una confusión” y posteriormente se dedicó a elogiar al gobernador de Sonora, el morenista Alfonso Durazo.
Esta situación sigue revelando que los derechos laborales, los derechos humanos y los derechos de las infancias y adolescencias no están garantizadas, hasta el momento se ha confirmado la muerte de tres adolescentes de 15 años ¿Qué hacían ahí?…los jornaleros que trabajan en zonas de alta violencia, todos los días se enfrentan a la muerte por falta de seguridad y condiciones dignas de trabajo; los estados más inseguros para los obreros agrícolas son Michoacán, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora.
Por un lado, el estado sigue sin revisar estos campos agrícolas y las condiciones de explotación que ejercen sobre las y los trabajadores y por otro lado están los grupos civiles armados que los acosan cuando cobran sus raquíticos sueldos, la falta de atención médica, el trabajo en condiciones de calor extremo, sin agua potable, sin espacio para la comida, o si quiera de ir al baño, entre otras. Hoy en día en México aproximadamente 2.3 millones de personas trabajan en el corte o pizca de frutas y verduras, entre ellas infancias y adolescencias que también dan su mano de obra en estas condiciones.
El pasado 24 de enero entró en vigor una nueva reforma a Ley General de Trabajo donde se proponen sindicatos de jornaleros y de organizaciones de Derechos humanos que acompañen a este sector de la población. Se espera que con su ejecución esta población obrera pueda tener condiciones dignas de trabajo.