Tras participar en diversas mesas de diálogo con el director y los consejeros universitarios estudiantiles, las y los alumnos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) avanzaron en sus demandas –entre ellas, la instalación de comedores subsidiados que garanticen el derecho humano a la alimentación–, por las cuales han hecho diversos paros de labores en búsqueda de soluciones. “Se consiguieron muchos compromisos bastante importantes” con el diálogo, afirmó Isael García, estudiante del plantel.
“Lo que nosotros rescatamos es que vamos a tener mesas de trabajo durante este semestre y el siguiente, para poder comenzar a crear un proyecto o un plan de acción para implementar comedores subsidiados; y que nuestros consejeros universitarios alumnos van a llevarlo a las comisiones adecuadas, que en este caso, creo, es la Coordinación de Vinculación”, continuó el alumno, quien participó en los dos encuentros que duraron, en total, 20 horas.
Ello es importante, señaló Isael García a Contralínea, pues anteriormente ni el director José Antonio Hernández Espriú ni los consejeros hacían caso a las exigencias de la comunidad. Tampoco compartían las decisiones que se toman en el Consejo Universitario general ni se comprometían a llevar las propuestas que hace la comunidad.
“Y eso fue lo que discutimos por nueve horas”, añadió el estudiante. “Nosotros lo que queríamos era que realmente hubiera una representatividad y que cuando se fuera a hablar al Consejo Universitario se llevara las voces de la comunidad de la Facultad de Ingeniería, no solamente de los estudiantes, sino que el director tenía que llevar los sentires y pensares tanto de los tres sectores: estudiantes, docentes y trabajadores”.
Es un logro que puede abonar a la discusión de fondo, que tiene que ver no sólo con la iinstalación de comedores subsidiados, sino también la derogación de las reformas al Título Sexto del Estatuto General de la UNAM, principalmente de los artículos 93, 95, 97, 98 y 100, que atentan contra la libertad de expresión y la libre protesta, pues mencionan la posibilidad de expulsar alumnos por actos “de vandalismo”, sin especificar qué se considera de esa manera.
Estas exigencias han movilizado a otras facultades y planteles de la UNAM, con paros de actividades y manifestaciones en vía pública. En el caso de la Facultad de Ingeniería, la dirección propuso un aumento a las becas de alimentación y flexibilización en los requisitos, pero las y los estudiantes respondieron que la única solución son comedores subsidiados, pues los precios de quienes tienen las concesiones para vender comida son elevados e inaccesibles para muchas personas. Y es que la UNAM ha privatizado esos espacios, por lo que el estudiantado considera que no se respeta el derecho humano a la alimentación.
Para Isael García, es la primera vez que tienen esos compromisos por parte de funcionarios universitarios, quienes “van a comenzar a preguntarnos qué es lo que queremos”. No era así antes, complementó, y acusó que los consejeros estudiantiles actúan a favor de la autoridad y no de sus representados. Incluso, en las mesas de diálogo “cuando hablaban, hablaban en participaciones de los funcionarios de la Facultad o de los directivos. Entonces sí es un sentir que ellos responden más bien a la agenda institucional, la agenda de los funcionarios y no realmente a la agenda estudiantil de la comunidad que dicen representar”.
Asimismo, indicó que en el pasado el director Hernández Espriú tenía una participación “intransigente, que se negaba al diálogo, se negaba a crear canales de comunicación y que, al contrario, mandaba a hacer comunicados golpeando a la organización estudiantil”.
Después de la marcha que hicieron hacia Rectoría las y los estudiantes, “en las mesas de diálogo [el director] se mostró un poco más abierto, buscaba solucionar o conciliar con estas demandas que teníamos”.
Sin embargo, se avanzó, reconoció Isael García, y ahora ya hay canales de comunicación abiertos. Y se invitó a que trabajadores y docentes se sumen “para que podamos nosotros enviar propuestas al Consejo Universitario y que se nos pregunte qué es lo que queremos como comunidad para que no vuelva a suceder lo que pasó con la votación del artículo 15 en su sesión ordinaria del 31 de marzo, que votaron a favor el director y nuestros consejeros estudiantiles universitarios de la Facultad de Ingeniería sin consultarnos, sin preguntarnos, sin nosotros siquiera saber qué es lo que está sucediendo. Nosotros comenzamos a crear ese canal de comunicación para que no vuelva a suceder”.
Añadió que acordaron llevar a cabo estas consultas a través de un sistema de votaciones para que represente a toda la facultad y sea así más democrático. Es, a su vez, un paso para que demás facultades puedan exigir un trato similar a sus consejeros estudiantiles y directores.
“Como estudiantes de la Facultad de Ingeniería no solamente estamos cerrados a lo que pasa en nuestra facultad, sino vamos a ir en unidad con los demás estudiantes de las demás facultades a través del Frente Alimentario Estudiantil […] se espera que el próximo semestre se avance mucho más”. Y aunque mantienen la convicción de que desde la dirección se intentará diluir las demandas, seguirán firmes en su esfuerzo.
Además, afirmó que no van a volver a entrar en paro de aquí a que termine el semestre, a finales de mayo de acuerdo con el calendario oficial; pero sí harán actividades culturales y concientización a la comunidad para no perder lo ya ganado y que cada vez más se sumen.