Varios expertos señalaron que no se puede prescindir de ninguna tecnología para hacerle frente a esa problemática mundial
La inteligencia artificial (IA) podría ser una herramienta capaz de procesar la ingente información que proporcionan cientos de satélites, escudriñar millones de mapas meteorológicos pasados para aprender cómo va a ser el futuro, así como revisar en tiempo real las emisiones responsables del cambio climático.
Tras someter a debate la ética de esta tecnología y los riesgos que para la humanidad supone que las máquinas puedan llegar a ser completamente autónomas y hasta superar a partir del aprendizaje automático a la propia mente humana que las diseña, los expertos determinaron que la IA es una herramienta imprescindible para combatir el desafío del cambio climático.
En el contexto de la Cumbre Climática (COP28) que se celebra en Dubái, la multinacional Microsoft y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) han dado a conocer el acuerdo de colaboración que permitirá a este organismo internacional crear una nueva plataforma de inteligencia artificial y un centro mundial de datos sobre el clima para medir y analizar el progreso mundial en la reducción de emisiones.
La empresa tecnológica afirmó que esto simplificará de manera notable el proceso para validar y analizar los datos climáticos presentados por los 196 firmantes del Acuerdo de París. El presidente de Microsoft, Brad Smith, explicó que “no se puede arreglar lo que no se puede medir” y se mostró convencido de que estas nuevas herramientas de IA y datos permitirán a los países medir sus emisiones mejor de lo que lo estaban haciendo hasta ahora, además de ahorrar tiempo y recursos.
Iniciativa para crear un “gemelo digital” de la Tierra
Algunas universidades utilizan ya los miles de datos que proporcionan los satélites de observación de la Tierra para calcular las emisiones de alguno de los gases de efecto invernadero responsables del cambio climático, y centros de investigación encomiendan a la IA el metaanálisis de miles de investigaciones para afinar el impacto que el cambio climático va a tener sobre el planeta.
La organización mundial Cambio Climático-Inteligencia Artificial (CCAI) reúne a cientos de investigadores y académicos de diferentes ámbitos y de todo el mundo que tratan de aprovechar las ventajas que el aprendizaje automático puede reportar a la lucha contra la crisis climática, y bajo el paraguas de algunas de las instituciones más prestigiosas del mundo (entre ellas el Instituto Tecnológico de Massachusetts) han empezado a generar numerosos informes que avalan la trascendencia de esta tecnología.
La Comisión Europa ha puesto en marcha una iniciativa, Destination Earth (DestinE), dotada con un presupuesto inicial de 150 millones de euros, para crear un “gemelo digital” de la Tierra y replicar de forma virtual el sistema terrestre para predecir. De esta forma, se podría ayudar a combatir de una manera más eficiente los efectos del cambio climático, acelerar las transiciones ecológica y digital y probar escenarios futuros más sostenibles.
Este programa europeo, que cuenta ya con numerosos organismos de investigación asociados (entre ellos el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona; el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo o la Agencia Espacial Europea), tiene un horizonte de ejecución de 10 años para culminar esa réplica virtual completa que permita predecir el estado salud de la Tierra y la evolución de los océanos, la atmósfera o los bosques.
Se trata, según el centro de supercomputación, de que ese planeta virtual muestre diferentes escenarios de lo que es un presente cambiante y de cómo podría ser el futuro teniendo en cuenta los cambios climáticos, y simular lo que podría ocurrir si la Tierra se calienta unos grados y sube el nivel del mar.
Foto: EFE
No se puede prescindir de ninguna tecnología
Investigadores de varias universidades y centros de investigación de varios países, entre ellos expertos del Real Instituto de Tecnología sueco, afirmaron y publicaron en la revista Nature un artículo en el que señalaban que la emergencia climática es el mayor desafío de la humanidad.
En el texto sostuvieron que sus impactos se van a propagar por todos los sectores de la sociedad, y que no se puede prescindir de ninguna tecnología para combatirlo, y tampoco de la inteligencia artificial.
Entre los firmantes figura Alberto Conejero, investigador del Instituto Universitario de Matemática Pura y Aplicada y vicerrector de la Universidad Politécnica de Valencia, quien subrayó que la IA “ni puede ni debe pararse”. Aseguró que ésta tecnología es clave para poder interpretar millones de documentos, para mejorar los modelos o para navegar entre millones de datos.
“Eliminarla sería un gran error”, puntualizó Conejero. En declaraciones a la agencia de noticias EFE, el experto incidió en la necesidad acuciante de detener las emisiones de gases de efecto invernadero y acometer esta emergencia.
«El desarrollo, despliegue y ampliación de herramientas de inteligencia artificial bien reguladas facilitaría comprender el alcance del despliegue de ciertas políticas”, agregó.
A su juicio, es todavía muy difícil una monitorización en tiempo real, porque son necesarios más datos para mejorar los entrenamientos de las IA y ofrecer mejores recomendaciones, pero ha valorado iniciativas como Destination Earth para disponer de un modelo digital y evaluar diferentes escenarios eligiendo lo que permita un desarrollo más sostenible.
“La IA es el camino, pero es la acción de los gobernantes la que nos debe dirigir a cumplir los acuerdos”, aseveró el investigador de la universidad valenciana, quien se mostró convencido de que la IA “es la herramienta que puede y debe ayudar a conseguir los objetivos”.
Con información de EFE.