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Oaxaqueños continúan pagando deuda millonaria que Alejandro Murat utilizó para “mejorar” el sistema de agua potable

El gobierno del estado de Oaxaca encabezado por Alejandro Murat, firmó un contrato de deuda con el Banco Mundial en 2017, para modernizar el sector de agua y saneamiento en 18 zonas prioritarias en 2019. Sin embargo su gobierno entregó obras inconclusas, mal hechas, pagos indebidos y que incluso, contrató empresas fantasmas. Una deuda que continua pagándose desde enero de 2019 y con fecha de vencimiento en junio de 2031.

Alejandro Murat adquirió en 2017 una deuda del Banco Mundial (BM) de 189 millones 487 mil pesos (9 millones 600 mil dólares) para la modernización del sector de agua y saneamiento de agencias como San Juan Cahpultepec. El objetivo, según su gobierno, estaba enfocado a “mejorar la calidad y sostenibilidad de los servicios de agua en áreas prioritarias del Estado de Oaxaca”.

En un amplio reportaje de Renata Bessi y Santiago Navarro publicada en 2021, vamos conociendo las múltiples historias detrás de este proyecto que el gobernador presentó como una de sus obras estrellas. Uno de los caso emblemáticos fue el da comunidad de San Juan Chapultepec, donde se instaló un modelo piloto para replicar en otras regiones de Oaxaca y México, pero ahí no se suministra agua todos los días, como prometieron a los habitantes. A ello se suma que les llega con un color turbio.

Posteriormente, diversos vecinos de San Juan denunciaron en redes sociales que sufrían de diversas escurrimientos y filtraciones de agua en las paredes de sus casas, y que provenían de una red de tuberías construidas con recursos de la deuda millonaria con el Banco Mundial. Fue entonces que autoridades de San Juan Chapultepec interpusieron un queja con Sapao.

Todos estos errores, la mala gestión de un recurso destinado a atender una crisis hídrica y que supuestamente beneficiaría a más de 150 mil habitantes en los Valles Centrales. En otro reportaje llamado “Fracaso millonario: La historia oculta del agua potable en Oaxaca” se señala que “este escenario ha permitido, además, la proliferación del “tráfico de agua. Hay robo de agua por todas partes y es vendida a través de pipas por personas que no tienen permiso ni las condiciones sanitarias básicas. Esto se puede porque no hay fiscalización”, señala el biólogo Juan José Consejo, del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca, A.C. (INSO) en 2021.

“El jugoso mercado del agua va en aumento; hasta varios políticos se han apuntado”, denuncia.

La Unión de Pipas y Camiones Materialistas del Estado de Oaxaca también denunció que, durante tiempos de sequía, “el número de pipas piratas surgen por todas partes, incluso son más de las que tienen permiso para brindar este servicio” señalaron en el reportaje del 2021.