OAXACA ES NOTICIA

¿Qué actividades se recomiendan para desarrollar y potenciar la inteligencia de los niños?

  • Observar, escuchar y conocer los intereses de niños y niñas son medidas fundamentales que pueden tomar padres y cuidadores para acompañar el proceso educativo

La inteligencia en los niños tiene un factor en parte hereditario, pero desarrollar y potenciar su intelecto también depende de su ambiente y cada actividad de la vida diaria. Especialistas consideran que, si bien el conocimiento académico se adquiere en la escuela, todo lo que se haga desde casa puede dar un impulso para mejorar ese entendimiento. 

Rusdeiba Agelvis, experta en neuroeducación, explicó que mientras más enriquecedor sea el ambiente en el que crece, el niño puede hacer cada vez más conexiones cerebrales. Para empezar a transitar ese camino hacia el refuerzo de la inteligencia, los padres y representantes deben estimular la independencia del niño con actividades que de a poco sean cada vez más exigentes. 

“El cerebro aprende por repetición. Realmente aquí son los padres los que van a desempeñar el máximo rol de impulso para que se creen nuevas conexiones cerebrales y se fortalezca la inteligencia. Exponiendolo a cosas nuevas, pidiendo que cada vez que se esfuerce un poquito más en lograr las cosas y que por sí solo aprenda a hacerlas”, explicó Agelvis en entrevista para El Diario.

Actividades rutinarias como ordenar su bolso y sus útiles escolares cada noche son algunas de las alternativas para desarrollar esa independencia y la resolución de problemas, que es la base de la inteligencia. 

La especialista comentó que todas estas actividades deben estar acompañadas de buenos hábitos de alimentación y de sueño para mejorar el rendimiento de los mecanismos de memoria. Detalló que pequeñas cosas como alejar a los niños de las pantallas antes de dormir e intentar llevar una alimentación balanceada son fundamentales.

Foto referencial: Pixabay

Actividades sensoriomotoras

Desde edades muy tempranas, los padres pueden estimular la inteligencia y el intelecto del niño con actividades sensoriomotoras. Estas potencian las capacidades físicas, mentales y comunicativas. 

Agelvis aclaró que estas no son actividades que requieren de un experto o un espacio terapéutico porque dependen de juegos que pueden hacer tanto padres como otros cuidadores.

«Solo tienen que aprovechar una salida al aire libre, un parque natural que no esté protegido con colchonetas, inflables y camas elásticas;  cualquier paseo a la playa o montaña será una grandiosa oportunidad por todo lo que el niño percibe: colores, olores, sonidos de animales y naturaleza en sí”, indicó. 

La especialista alegó que los padres deben perder el miedo a ciertas experiencias y dejar que los niños tengan contacto con factores externos como caminar descalzos en la grama. Esto le permite al niño aprender con todos sus sentidos. 

“Existen dos sentidos adicionales de los que se conocen comúnmente: propioceptivo y vestibular. El primero se refiere al desarrollo de la conciencia de su cuerpo, le brinda al niño el sentido de posición de los diferentes segmentos corporales (por ejemplo saber que tiene sus piernas cruzadas durante la clase sin necesidad de verlas). Tiene receptores en músculos, tendones y articulaciones. Se relaciona con las sensaciones de posición, movimiento de articulaciones, de vibración y de presión como un fuerte abrazo”, detalló la experta. 

Agregó que el sistema vestibular, por su lado, se encuentra situado dentro del oído interno y se encarga de mantener el equilibrio y la postura, coordinar los movimientos del cuerpo y la cabeza y fijar la mirada en un punto del espacio, así que el niño con buen desarrollo de este sistema disfrutará de un columpio y no se perderá al leer en la pizarra.

¿Cómo reforzar los conocimientos adquiridos en la escuela?

Durante las vacaciones o días libres se pueden aplicar diversas actividades para reforzar los conocimientos ya adquiridos en la escuela. La experta en neuroeducación destacó que es importante no sobrecargar al niño en estos refuerzos e ir a un ritmo respetuoso. 

«En el inicio del proceso de lectoescritura no se debe sobrecargar al niño de números y letras. Se le pueden enseñar las letras y pedirle que intente trazarlas con marcadores, colores, pinceles o dactilopintura. Si esta actividad le gustó hay que esperar que el niño pregunte por ella para volver a hacerla, pero no imponerla”, explicó Agelvis.

Foto referencial: Pixabay

Conocer los intereses del niño es algo que pueden aprovechar los padres y cuidadores para desarrollar actividades que refuercen su inteligencia. La especialista puso como ejemplo que si el niño siente interés por el fútbol puede leer álbumes de barajitas y aprender nombres de jugadores. Esto aplica para otros intereses como animales, personajes de caricaturas y juegos. 

“Para explicarles la importancia de la lectura y la escritura, deben verlo como una necesidad importante de su día a día. Decirles cosas como: ‘Vamos a armar esta pista de carritos, pero, debemos leer las instrucciones para poder jugar bien’, eso despierta su interés”, dijo. 

Agregó que una actividad que se puede hacer en familia es ver películas y explicar en voz alta qué ocurre en las escenas. Señaló que esto le ayuda al niño a iniciarse en procesos narrativos y estimula la comprensión lectora. 

Profundizar en los intereses del niño para trabajar sus inteligencias

La psicóloga Skeilly Castellanos aclaró que si bien la inteligencia se ha estudiado en la psicología durante décadas, en principio se creía que solo existía un tipo de inteligencia orientada hacia el razonamiento lógico matemático y a la comprensión de conceptos abstractos. 

Estos estudios determinaron luego que personas que no encajaban en las características de lo que se conocía como inteligencia podían ser habilidosos en otras áreas. Howard Gardner desarrolló en el año 1983 la teoría de las inteligencias múltiples, que delimita y especifica ocho áreas del conocimiento como inteligencias individuales. 

«Cada una de estas inteligencias tiene que ver con una forma de habilidades que te pueden servir para algunas situaciones y no necesariamente para otras. Algo que plantean desde esta perspectiva es que hay personas que pueden desarrollarse en varias inteligencias y ser competentes en varias áreas”, acotó Castellanos en entrevista para El Diario. 

La especialista planteó que en niños pequeños puede ser más evidente alguna de estas inteligencias que otras, por lo que señaló la importancia de observar y escuchar constantemente, así como respetar cuáles son sus intereses y no imponer las aspiraciones de los padres sobre el disfrute del niño. 

Foto referencial: Pixabay

“Suele pasar que los padres quieren que su hijo, por ejemplo, sea músico y lo meten en clases desde muy pequeño. El niño avanza claramente porque tiene muchos años en eso, pero no necesariamente porque lo esté disfrutando”, agregó.

Cuáles son las inteligencias múltiples y cómo reconocerlas en un niño

Las inteligencias múltiples según Gardner son: lógico-matemática, lingüística, visual-espacial, musical, cinético-corporal, interpersonal, intrapersonal y naturalista.

“Cuando hablamos de inteligencia lógica matemática, tiene que ver con el razonamiento y con sacar conclusiones a partir de una información, que es lo que normalmente necesitamos para las matemáticas. A un niño con este tipo de inteligencia se le hace fácil el cálculo numérico, resolver problemas, adivinar acertijos y hacer rompecabezas”, detalló la psicóloga.

La inteligencia lingüística se puede identificar en niños que se les da fácilmente la lectura, la escritura, aprende idiomas fácilmente, pueden ofrecer una explicación clara de un tema, les gusta conversar y contar chistes. 

Sobre la inteligencia visual-espacial, la psicóloga dijo que se detecta en niños que perciben detalles con facilidad y se orientan bien en espacios físicos. Además, suelen dibujar, aprenden a leer mapas y resolver laberintos. También pueden ser habilidosos en juegos de formas como tetris, tangram y bloques de construcción tipo Lego.

«En la inteligencia musical auditiva tienen habilidades para identificar sonidos e incluso para reproducirlos. Un  ejemplo clásico es que sea bueno para tocar un instrumento, pero hay quien no toca ningún instrumento y aún así tienen como muy buena discriminación de los sonidos, identifican un tono o una melodía fácilmente. En general son niños que les guste cantar, escuchar música, componer canciones e inventar juegos con música”, indicó.

Foto referencial: Pixabay

La inteligencia corporal se asocia con habilidades de motricidad gruesa y se puede reconocer en niños muy talentosos en actividades deportivas. También se puede detectar esta inteligencia si tiene una buena motricidad fina en tareas que impliquen manejar piezas muy pequeñas como legos o hacer artesanías y manualidades. 

La interpersonal tiene que ver con las relaciones humanas. Los niños con esta inteligencia tienen la capacidad de “ponerse en el lugar del otro”, es decir, son empáticos. También pueden querer mediar en discusiones o conflictos o intentar ser líderes. “Generalmente son niños a los que sus compañeros buscan para contarles sus cosas por su capacidad de comprender los problemas del otro”. 

En la inteligencia intrapersonal predomina una comprensión profunda de los sentimientos y emociones propias. La especialista aclaró que esta inteligencia es mucho más difícil de reconocer antes de los 7 años de edad, porque es algo que se desarrolla con el proceso de metacognición. Los niños con esta inteligencia son muy sensibles y empáticos. 

“La naturalista está presente en personas muy sensibles a la naturaleza y que son capaces de distinguir especies y elementos del medio ambiente. El niño con esta inteligencia se le da bien cuidar animales y plantas. Ellos van por la vida queriendo rescatar gatos de la calle, viendo pajaritos, flores y coleccionando piedras para diferenciarlas”, explicó la psicóloga.

Actividades que pueden potenciar cada inteligencia disponible para niños 

La psicóloga desglosó una lista de actividades que pueden corresponder a potenciar cada inteligencia por separado y que son aptas para niños. 

– Lógico-matemática: clases de robótica para niños o clases de programación.

– Lingüística: club de lectura, talleres de escritura, clases de oratoria y de liderazgo.

– Visual-espacial: clases de dibujo y diseño.

– Musical: clases de música, canto o instrumentos.

– Cinético-corporal: deportes o baile.

– Interpersonal: teatro y actividades que impliquen trabajo en equipo.

– Naturalista: patrullas de scouts o campamentos.

– Intrapersonal: a diferencia del resto, la psicóloga no recomendó clases específicas sino permitir el autoconocimiento de las emociones, conversar y escuchar al niño en aquellos que se refiera a sus sentimientos. 

Foto referencial: Pixabay

«Mientras más se observa un niño, más se le conoce y mientras más lo conoces mejor lo puedes guiar. Entonces lo más importante es observar mucho a tu hijo, qué cosas le gustan, qué cosas disfruta, qué actividades busca cuando tiene cuando tiene tiempo de ocio, qué tipos de juegos se inventa y qué tipos de juguetes prefiere”, agregó Castellanos. 

Reiteró que para tener éxito en el desarrollo de la inteligencia de los niños es necesario el respeto. Así como evitar la presión y la imposición de la forma de pensar del adulto durante las actividades de cada día.